La motivación es el motor que nos mueve a hacer cosas. Es la fuerza que nos permite actuar para alcanzar un objetivo. Cuando notamos hambre nos desplazamos hasta la cocina para prepararnos algo de comer; cuando nos pica un dedo del pie, nos quitamos el zapato para acabar con la molestia; ante un examen, planificamos el estudio y nos ponemos a memorizar. Pero, ¿y si a tu hijo no le motiva hacer los ejercicios de clase? ¿Y si no ve la necesidad de hacer la cama? Entonces habrá que motivarlo.
Es fantástico poder decirte que la clave para enseñarle el camino a seguir la tienes tú. ¿Qué valores son importantes para ti? ¿Qué creencias quieres transmitir a tus hijos? Si quieres educar a tus hijos en responsabilidad, autocontrol, emociones, resolución de problemas y autorrealización, sigue leyendo.
Observación e imitación
Los niños aprenden muchas cosas observando a sus padres y hermanos mayores. Si ven a su madre leyendo, cogerán un libro para imitarla, aunque todavía no sepan descifrar lo que pone. Del mismo modo, obtienen modelos de cómo reaccionar frente a una situación problemática (con gritos o con tranquilidad), cómo mostrar afecto, cómo manejarse socialmente… Es decir, los padres son una fuente de información valiosísima, son una guía de comportamiento.
Por lo tanto, el primer paso es actuar de forma coherente con nuestros valores. Si no quiero que grite, no se lo diré gritando; si quiero que sea ordenado, yo tendré que organizar mis cosas; si le digo que es natural mostrar sus emociones, no esconderé las mías. La gran pregunta es: ¿actúo de acuerdo con los valores que quiero transmitirle a mi hijo?
Recompensar los comportamientos positivos
Puede parecer simple, pero es la forma más eficaz de comunicar a nuestros hijos que lo están haciendo bien. Al reforzar una conducta será más probable que se repita en el futuro. Un “¡Genial, cariño!” y un besazo después de recoger los juguetes, un aplauso tras comerse todo lo del plato, bajar al parque al acabar los deberes… cualquier cosa que sea valiosa para el niño.
En algunas ocasiones optamos por un refuerzo material, como comprarle un muñeco o una chocolatina, pero recuerda que siempre tiene que ir acompañado de una recompensa social, es decir, el reconocimiento de los padres en forma de palabras amables, besos y abrazos. Este tipo de recompensa es más efectiva que la material y, además, le enseñarás que no es necesario tener cosas para sentirse bien. No necesito que me compren un juguete cada vez que hago los deberes, es el “¡Muy bien!” que me han ofrecido mis padres desde pequeño lo que me hace sentir orgulloso y satisfecho conmigo mismo. De este modo, se convertirá en un adulto cuyo concepto de sí mismo y de su valía no dependa de lo que pueda comprarse.
Cómo elegir la recompensa
Aquello con lo que le vamos a demostrar que nos gusta su comportamiento, tiene que ser proporcional a lo que ha hecho. Esto quiere decir que no sea muy exagerado ni tampoco pase desapercibido. No vamos a regalarle un juguete de 100€ por acabar las tareas del colegio, pero tampoco una palmadita en la espalda sin decirle nada porque “ya sabe que estoy contento de que lo haya hecho”.
Como ya hemos dicho, mejor una recompensa social: decirle lo bien que lo ha hecho, jugar en la bañera, montar un fuerte, leerle, pintar con las manos…cualquier actividad que le guste y en la que participéis ambos.
El refuerzo siempre viene detrás de la conducta, nunca antes. No funciona aquello de “Te compro esto para que te pongas a estudiar”. Sencillamente no aprendemos así. Primero hago, luego recibo positivo. La próxima vez querré hacerlo para volver a recibir ese cariño y aprobación de mis padres. Ya tengo mi motivación.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.Leer másACCEPTO
Leer más
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.