Muchas personas sufren problemas de ansiedad y les cuesta reconocer las sensaciones corporales propias de esta emoción y su significado. Con los años la ansiedad ha ido teniendo mayor visibilidad. Ya sabemos que este tipo de problemas emocionales los padecen también otras personas, que no es motivo de vergüenza ni aislamiento social, que podemos hablar de ello y, afortunadamente, recibir ayuda eficaz. Sin embargo, nos seguimos encontrando personas que albergan dudas sobre si existe una ansiedad “buena” y una “mala”, si es dañina (e incluso creen que puede llegar a matarles), si es un signo de alguna enfermedad o si es o no normal tener ansiedad.

¿Qué síntomas genera la ansiedad?

La respuesta es sí, la ansiedad es normal. Es una emoción más como la tristeza o la alegría, no se puede eliminar ninguna de ellas y, además, no nos interesa, ya que resultan útiles. En el caso de la ansiedad, su utilidad está en permitirnos hacer frente a una situación peligrosa, que requiere de una respuesta inmediata para luchar o huir del peligro. Sabiendo esto, entendemos mejor porqué aparecen determinadas sensaciones corporales: nuestro cuerpo se está preparando para actuar.

Algunas personas cuando aumenta su ansiedad notan determinadas sensaciones más intensamente que otras o, directamente, notan algunas sí y otras no. ¿Cuáles son estas sensaciones corporales producto de la ansiedad?

Todas estas sensaciones aparecen porque aumenta la ansiedad y son normales. Podemos vivirlas como una experiencia desagradable, pero no nos ocurre nada grave, al igual que no nos pasa nada maligno si aumenta nuestra alegría (y, con ella, determinadas sensaciones corporales).

¿Qué no puede ocurrir por ansiedad?

Hemos hablado de cómo nos podemos sentir cuando aumenta la ansiedad y ahora hablaremos de lo que no puede ocurrir a consecuencia de esta.

La ansiedad, por intensa que la note, no puede llevarme a:

Problemas de ansiedad

La ansiedad es el componente principal en multitud de trastornos psicológicos. Aparece, por supuesto, cuando sufrimos un ataque de pánico, pero también tras sufrir un evento traumático (robo, agresión, accidente de tráfico…), cuando existe una preocupación continua sobre un área de la vida (por ejemplo, la salud) o sobre todas ellas, cuando existe un miedo intenso ante un elemento (aviones, animales…) o una situación (tocar un instrumento en público, reuniones sociales, extracción de sangre…), cuando me obsesiono con un tema (como el orden, la contaminación…) o un pensamiento recurrente.

Si la ansiedad es normal, ¿cuándo hay que pedir ayuda profesional? Cuando la ansiedad aparece prácticamente a diario, es muy intensa e interfiere en mi vida cotidiana de forma que dejo de hacer actividades que antes hacía, ha bajado mi estado de ánimo, mi entorno nota los cambios y parece ser el tema central de mi vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *