El equipo de Som Teràpia tuvo la ocasión de acudir al seminario que impartió el profesor Poul Perris sobre la Terapia de Esquemas de Young.

Especialmente indicada para tratar el trastorno límite de personalidad, esta terapia supone un paso más allá de la tradicional terapia cognitiva de Beck.

En la psicología cognitivo-conductual estamos acostumbrados a trabajar sobre un problema concreto que se da en el momento presente, ya sea un trastorno de ansiedad como los ataques de pánico o el trastorno obsesivo-compulsivo, una depresión o un problema de conducta en niños. Evaluamos, explicamos y tratamos el problema. Una vez superado, la persona vuevle a su funcionamiento habitual. Sin embargo, este planteamiento no es suficiente para tratar un trastorno límite de personalidad, puesto que no se trata de un problema aquí y ahora.

El TLP: un reto para los terapeutas

Las personas con este trastorno de personalidad parten de unas relaciones sociales de baja calidad desde su infancia y parecen no ser capaces de conectar con otros. A medida que crecen, conviven con la sensación de que algo falla, pero no saben identificar qué es. Esta frustración, este vacío provoca un sufrimiento que suele llevar a conductas perjudiciales como adicciónes o autolesiones. La falta de calidad en sus relaciones les impide satisfacer sus propias necesidades de afecto, ayuda, reconocimiento…

El planteamiento de Young pretende que el terapeuta desentrañe los esquemas o creencias profundas que mantienen los patrones de conducta de las personas con trastorno límite de personalidad. Resulta fundamental conocer las relaciones con figuras significativas (padres, hermanos, tutores…) en la niñez y cómo estas derivaron en esquemas disfuncionales; es decir, esquemas o creencias que les llevan a actuar de forma que no son capaces de satisfacer sus necesidades, con lo que el problema se mantiene, así como su sufrimiento.

Además, durante todo este proceso de descubrimiento, el terapeuta tendrá que ingeniárselas para conectar con la persona con el trastorno de personalidad. No es suficiente con dar pautas para un tema concreto ya que estamos hablando de todo un estilo de pensamiento y de vida. Precisamente queremos enseñarle a sentir apego hacia otros, algo esencial en todo ser humano. Es magnífico ser independiente y autónomo en ciertos cometidos, pero sabemos que somos animales sociales y necesitamos formar parte de grupos. Solos no somos nadie.

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